Hace unos días leí en un artículo que la manera en la que se cuida a los animales en un país está directamente relacionada con su nivel de desarrollo (salvando las cuestiones religiosas, por ejemplo, en la India). Es decir, en aquellos países en los que hay muchos animales domésticos (que, por cierto, viven como marajás con un plato lleno de comida al día) existe un notable desarrollo y vicebersa.
Esto me lleva a la reflexión sobre el empeño de los habitantes de países desarrollados en adelgazar lo máximo posible movidos por las reglas esclavizantes de las sociedades de la apariencia y la imagen en las que estamos atrapados. Esto contrasta con la falta de alimentos en el 80 por ciento del planeta, que luchan lo indecible para comer algo al día.
Está claro que algo estamos haciendo mal para que existan estas incongruencias. No sé si sentirme culpable o, simplemente, culpar a todos en general, que alimentamos esta idea de mundo con fachadas y artificialismos.
[la imagen está sacada de un anuncio de alimentos light para perros obesos]
1 comentario:
(Lo primero, resaltar que la página tanto la vez anterior como esta, funciona perfectamente y a la primera me lleva a este espacio donde puedo opinar. Mis felicitaciones por si has modificado algo del blog).
Interesante reflexión la tuya. La verdad es que no hay que irse más allá de nuestras fronteras para ver cómo el trato a los animales es diferente dependiendo de dónde te encuentres. Solo hay que pensar en los pueblos frente a las ciudades. Normalmente la diferencia radica en si los empleamos como animales de compañía o como animales de fuerza y para sacar provecho de ellos, ya sea en su vertiente médica (investigación), alimenticia o de ocio (carreras, toreo, peleas).
Desde luego que estamos haciendo algo mal cuando personificamos a nuestras mascotas y lo llevamos a tal extremo que extrapolamos nuestros problemas y los vertimos en ellos: ¿sobrepeso? ¿psicólogo?
Entre el dinero que mueve y lo cada vez más sola que está la gente, parece ser que interesa crear problemas donde no los hay. Como todo, la solución está en la educación. Pero para eso, los primeros educados, han de ser los dueños...
Betty Boop
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